Incrustaciones. Ref.: 40
Una de las técnicas para restaurar un diente dañado es la realización de una incrustación. Para ello primeramente se prepara una cavidad en el diente eliminando todo tipo de restos de caries. A continuación se toma una impresión de la preparación, sobre la que se comenzará a fabricar la incrustación usando distintos materiales. Esta incrustación se pule, se comprueba el ajuste sobre y puntos de contacto. Una vez está realizada la incrustación se comprueba el ajuste en boca y se chequea la oclusión con los dientes antagonistas, liberando cualquier contacto excesivo sobre ella. A continuación se prepara la cavidad y la incrustación con el adhesivo correspondiente y se polimeriza para adherir la incrustación al diente. Por último se comprueban los puntos de contacto y se pule la superficie.